El padre de Miguel Ángel -de 15 años de edad-solicitó el apoyo de Fundación DIM ya que veía un cambio en su hijo pues el joven “no realizaba las cosas que le pedían”, “era respondón”, “rebelde”, “agresivo”.
Es una niña que proviene de una familia con ciertas problemáticas sobre todo el padre de familia tales como la inseguridad en sí mismo; dichas actitudes acabaron por desintegrar su familia ya que como consecuencia de éstas se vivía violencia intrafamiliar.